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Ganadería ecológica, ventajas y desventajas. Normativa europea

Ganadería ecológica
jacinta lluch valero/CC BY-SA 2.0

Desde los métodos más antiguos de explotación ganadera hasta la fecha han mutado los actores involucrados como así también el tratamiento de la cadena y del proceso productivo. Juntamente con la aparición de estos nuevos mecanismos, ha surgido la ganadería ecológica.

Como también desde antaño, el mundo y poblaciones enteras se han resistido al cambio, sucede que los explotadores tradicionales de ganado rechazaron los términos y condiciones que venía a imponer la moderna “ganadería ecológica”. Quizá solo la estaban rechazando por ser más joven. O quizá tenían algo de razón y no era la juventud de la ecológica lo que más los atormentaba.

El porqué del rechazo a la ganadería ecológica no está muy claro, pero algunos lo atribuyen a que sus mecanismos de producción son mucho más onerosos, y no tienen la misma rentabilidad que brinda el método tradicional.

Ventajas de la ganadería ecológica. Requisitos

Los defensores de la “joven promesa”, es decir, de la ganadería ecológica, arguyen que es un sistema que propone grandes beneficios, tales como la ausencia de productos químicos, el cuidado y preservación del medio ambiente en el manejo de los recursos, lo cual por supuesto, genera un impacto menor en cuanto a impacto ambiental se refiere, y además sería beneficioso para colaborar con el cambio climático.

Incluso la ganadería ecológica, como sistema de producción, se distingue totalmente de los procesos tradicionales porque en su desenlace ofrece productos de alto nivel sanitario, con estándares de seguridad alimentaria altísimos, a la vez que otorga al mercado de bienes un producto mejor, más nutritivo y menos tóxico, que conserva sus propiedades naturales, y aporta a la vez al mercado de servicios mayor mano de obra, ya que se requieren mayores cuidados que en la ganadería tradicional, siendo este el motivo por el cual, además, es más caro económicamente.

Ante esta dicotomía, abundan las opiniones de los especialistas y expertos en la materia, sin embargo, debemos enfatizar que muchos acuerdan en que, al comienzo de la actividad de ganadería ecológica, un factor clave es la elección del ganado que se va a utilizar, considerando especialmente su origen, procedencia, para poder en base a ello analizar cuál será el ambiente donde mejor se desarrollen. Es decir, antes de ir contra las leyes de la naturaleza obligando a que, por ejemplo, un animal que proviene de un determinado clima, depositarlo en una zona climatológica contraria o no apta para su correcto desempeño.

Por lo tanto, las condiciones especiales del animal, su resistencia, posibilidad de adaptación, alimentación que han recibido desde su nacimiento, y condiciones tales como clima, suelo, tratamiento, son factores verdaderamente importantes para decidir el destino y proceso que se le dará a cada uno de ellos.

El tema alimenticio, claramente, no es un factor menor, ya que dependerá de su raza, peso, antecedentes, si toma medicamentos o no, y además de sus necesidades de aportes nutricionales, pero siempre deberá primar el bienestar del animal.

Lo ideal es que ellos, al ser los actores principales en todo proceso de ganadería ecológica, es que también sean alimentados con productos naturales, libres de conservantes y tóxicos.

La nueva Reglamentación Europea sobre ganadería ecológica

La nueva reglamentación europea para la producción ecológica, que data del año 2018, publicó el reglamento de la Unión Europea N° 2018/848 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos.

Esta normativa modifica otros reglamentos y su implementación está diferida al 2021. Sus hitos principales son: combinación de mejores prácticas en materia de medio ambiente y clima un elevado nivel de biodiversidad la conservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y sobre producción. cumple rigurosas normas de sanidad medio ambiente y bienestar animal. 

Asimismo, este Reglamento garantiza una retribución justa para los productores por el acatamiento de normas, a la vez que crea condiciones idóneas para un mayor desarrollo y expansión del mercado de esos productos y, por lo tanto, para el aumento de los ingresos de los productores que se dedican a la producción ecológica.

El Reglamento también es incompatible con el recurso a las radiaciones ionizantes a la clonación de animales y a los animales poliploides inducidos artificialmente u organismos modificados genéticamente, y también promueve un gran respeto de los sistemas y los ciclos naturales, como así también de mantenimiento y mejora del estado del suelo, el agua y el aire.

Obviamente, si todo convive en un delicioso equilibrio, mucho mejor. Por ello resulta importante la flora, fauna, la relación armoniosa entre ellos, lo cual contempla el empleo de técnicas de producción que reduzcan al mínimo la contaminación ambiental.

Los objetivos generales perseguidos por la reglamentación precitada sobre ganadería ecológica son, en orden de prioridad, pero no de importancia, contribuir a la protección del medio ambiente y del clima y a un alto grado de biodiversidad; la manutención de la fertilidad de los suelos a largo plazo; y la contribución entre todos, sociedad incluida, a un medio ambiente no tóxico.

Conclusiones

El Reglamento mencionado será aplicable a partir del 1 de enero de 2021. Habrá que verse entonces, como se llevarán a cabo diversos aspectos respecto de algunas situaciones conflictivas que plantea, que dependerán de la Comisión Europea y de los estados miembros respectivamente. Recordando además que la ganadería ecológica como método productivo no concibe la producción de animales sin que éstos puedan desarrollarse en espacios abiertos en los que puedan realizar todas sus funciones de forma natural.

En este sentido es importante destacar que para que un ganado pueda ser considerado como ganadería ecológica es necesario que tanto los animales como la superficie agrícola a la que va asociada es decir los prados y pastizales de los que se alimentan estén inscritos en un organismo de control autorizado.

Además, el Reglamento está en sintonía con el reto Europa 2020: una estrategia para un crecimiento inteligente sostenible e integrador.

Claramente, con la situación actual que está pasando el mundo con la pandemia del coronavirus, aun no queda claro si los efectos podrán comenzar a verse en lo inmediato o bien tendrán que esperar.


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