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Enfermedad de Lyme, una afección provocada por una garrapata

Borrelia burgdorferi, patógeno que causa la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una padecimiento que afecta tanto a los animales como al ser humano, por ello se le conoce con el término “enfermedad zoonótica”, es transmitida por las garrapatas. Esta enfermedad es generada por la bacteria Borrelia burgdorferi (una espiroqueta), mediante la picadura de una garrapata (Ixodes scapularis), genera en el ser humano cambios en la piel, alteraciones cardiacas, neurológicas y reumatológicas. Se conocen al menos otras especies de Borrelia capaces de producir en el ser humano la enfermedad de Lyme, tales como lo son Borrelia burgdorferi, Borrelia garinii y Borrelia afzelii. Se han encontrado un aproximado de 10 especies del género Borrelia que genera esta enfermedad.

Existen diferentes especies del género Ixodes de garrapatas que son reservorios de la bacteria Borrelia burgdorferi, la más común es la de especie I. scapularis. Se ha encontrado que existen un 50% de probabilidades de que esta bacteria se encuentre en las garrapatas, listas para ser transmitidas a animales y al hombre con solo una picadura.

Síntomas de la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme empieza con una infección inicial, pasa a un estadio precoz y si no se coloca tratamiento puede pasar a una fase tardía. Luego del periodo de incubación, que oscila de tres a treinta días, se forman lesiones en el sitio donde picó la garrapata. La lesión llamada “eritema migratorio” inicia con una pequeña pápula y, luego, al pasar las semanas aumenta de tamaño hasta cubrir completamente alguna zona en particular. Presentando bordes rojos a medida que esta avanza, perdiendo su coloración central, sin embargo, puede presentarse eritema, vesículas y necrosis.

La enfermedad de Lyme puede ir acompañada también de malestar general, mucha fatiga, dolor de cabeza, fiebre, dolores en todo el cuerpo y adenopatías. La artritis es otra manifestación clínica de la enfermedad de Lyme, luego de haber pasado meses o años después de la infección.

Distribución

El calificativo de enfermedad de Lyme se debe a las ciudades Old Lyme, Lyme y East Haddam (Connecticut- EE.UU.), en donde fue descubierta. Se ha encontrado una alta incidencia en Estados Unidos, en Europa y en Japón. En los Estados Unidos se han detectado brotes de esta enfermedad en todos los estados que componen al mencionado país.

Se ha observado que recientemente con los acontecimientos climáticos, esta enfermedad se ha propagado por diversas partes del mundo. Un ejemplo sería las aves migratorias que anualmente buscan mejores condiciones climáticas para sobrevivir, colaboran en el aumento de la proliferación de garrapatas portadoras de la espiroqueta.

En países de Europa, los más afectados son Alemania, Austria o Eslovenia. En España se han descritos casos de brotes de esta patología en la zona norte del país. Países de Asia como China y Japón es donde se han observado una mayor cantidad considerable de personas que padecen los síntomas característicos de la enfermedad. Mientras que en África y Australia son pocos los casos observados.

Latinoamérica no escapa de la infección por esta bacteria. En la ciudad de Córdoba en Colombia se han reportado varios casos. Como también Venezuela, Brasil, Perú, etc.

Mecanismo de transmisión de la enfermedad de Lyme

La bacteria Borrelia burgdorferi llega al ser humano por la mordedura de la garrapata del género Ixode. En la región del continente Americano predomina la infección por las garrapatas Ixodes scapularis e Ixodes pacificus. Mientras que en Europa, Asia y África la infección se obtiene mayormente por Ixodes persulcatus e Ixodes ricinus.

Para que la infección en humanos se pueda dar, se necesita el vector, donde Borrelia burgdorferi pueda estar durante un largo periodo de tiempo, específicamente en el intestino de la garrapata para pasar a través de su saliva y penetrar en la sangre del hospedador.

Los venados de cola blanca son animales que pueden portar la forma adulta de la garrapata, la cual para completar su ciclo de vida pasa por cuatros fases de crecimiento: huevo, larva, ninfa y adultos. La larva se alimenta de algún animal infectado, contraen las espiroquetas y pueden transmitirla a hospedadores más adelante. Cuando está en fase de ninfa se vuelve más peligroso para el ser humano, en vista de que las ninfas son muy pequeñas y no se pueden ver, tienen la particularidad de estar más presentes durante el verano cuando se realizan actividades al aire libre. Las garrapatas ya adultas tienen más probabilidades de estar infectadas aunque son más visibles al ser humano.

Diagnóstico

A parte de los signos y síntomas que presenta la persona que tiene la enfermedad de Lyme, también hay otros métodos para el diagnóstico de la misma, veamos cuales son:

Serología: se utiliza el método de detección de anticuerpos cuando haya seguridad de la enfermedad, para evitar falsos positivos por la presencia de otras enfermedades. Se emplean los métodos de ELISA y WESTERN INMUMOBLOT junto con inmunoglobulina IGM e IGG.

Cultivos: es el mejor método utilizado en vista de que la espiroqueta puede ser hallada en varios tejidos como en biopsias de piel, en líquido cefalorraquídeo y en sangre.

Métodos moleculares: se utiliza la PCR (permite la amplificación de material genético) para el diagnóstico de Borrelia burgdorferi.

Líquido cefalorraquídeo: es el mejor método utilizado para diagnosticar la neuroborreliosis habiendo presencia de anticuerpos específicos contra B. Burgdorferi, demostrando así que el paciente presente una meningitis linfocítica.

Tratamiento para la enfermedad de Lyme

Cuando la enfermedad de lyme va mostrando los primeros síntomas se utiliza el siguiente tratamiento: amoxicilina, doxiciclina o cefuroxima.

Si la persona presenta artritis el tratamiento a seguir es: ceftriaxona, doxiciclina o amoxicilina. Los pacientes con enfermedad neurológica reciben tratamiento con penicilina G por vía intravenosa o ceftriaxona.

Prevención de esta patología

– Evitar la exposición a los vectores y zonas infectadas por garrapatas

– Usar ropa larga que nos proteja como pantalones

– Usar repelentes para los insectos

– Mantener un control de los roedores

Control de la enfermedad

Actualmente no existe una vacuna certificada para evitar la infección. Sin embargo, se ha estado trabajando en la fabricación de una, y ya se han realizado diversas pruebas pilotos para poder distribuirlas.

Un diagnóstico temprano es de vital importancia para la aplicación del tratamiento con antibióticos. Por lo general, la picadura pasa desapercibida y varios de los síntomas se confunden con los de otras enfermedades. Por ello es necesario tomar las medidas para prevenir el contagio de esta bacteria por la picadura de garrapatas.

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Referencias Bibliográficas

1. García, M; Skinner, C; Salas, J; Ocampo, J. 2014. Enfermedad de Lyme.

2. Miranda, J; Mattar, S; Perdomo, K; Palencia, L. 2009. Seroprevalencia de Borreliosis, o Enfermedad de Lyme, en una Población Rural Expuesta. Revista Salud Pública.

3. Murray, P; Rosenthal, K; Pfaller, M. 2007. Microbiología Médica.


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