Portada » Ciencia » Qué es la homeostasis, proceso de regulación y clasificación

Qué es la homeostasis, proceso de regulación y clasificación

homeostasis

Todos los seres vivos que abarcan desde los más pequeños, unicelulares y simples como los microorganismos (bacterias, protozoarios) hasta los seres de composición mas complejas como los organismos pluricelulares (animales y plantas), están sometidos a constantes cambios tanto de los medios externos e internos con los que mantienen contacto durante el desarrollo de la vida, lo que puede generar un desequilibrio en la composición interna de las células, comprometiendo así los procesos internos que se deben llevar a cabo para mantenerse con vida. Esto resulta de gran importancia por lo que cada ser vivo ha buscado la manera de cómo mantener relativamente constante su composición, lo que le permite un equilibrio con un funcionamiento corporal óptimo, por lo que a continuación estudiaremos la homeostasis que es como suele llamarse este proceso.

Homeostasis de los seres vivos: ¿de qué se trata?

El conocimiento de la homeostasis tienen sus inicios en el siglo XIX cuando fue propuesto por primera vez por Claude Bernard, quien llamaba este proceso como el ¨medio interno fisiológico¨ que utilizaban los seres vivos de manera que mediante reacciones químicas que sucedían a nivel extracelular, podían mantener el equilibrio interno de las células que lo componen. Sin embargo, la palabra fue creada por el fisiólogo Walter Cannon, el cual le dio el significado de homeostasis como el conjunto de procesos fisiológicos que de manera coordinada mantienen el equilibrio interno del cuerpo, esto con el fin de que las condiciones del ambiente en el que hacen vida las células sea constante y óptima; este significado hace referencia a las palabras de origen griego que se compone por homos cuyo significado es constante y stasis que significa mantener, por lo que la palabra se explica por sí sola.

Este proceso, que se da en todos los seres vivos, implica que el organismo debe poseer la capacidad de adaptarse a los recurrentes cambios que suceden en su medio externo, de tal manera que no afecte en lo más mínimo las condiciones internas. Entre las fluctuaciones que pueden alterar los procesos homeostáticos están la temperatura, radiación, presión ambiental, pH, concentraciones de iones, también a nivel interno de cada célula se dan procesos que deben ser regulados con el mismo fin, entre ellos los procesos metabólicos.

Procesos de regulación homeostática

Cada ser vivo dependiendo de la especie, posee estructuras y métodos mediante los cuales enfrentan los cambios internos y externos de su cuerpo. Los organismos de constitución unicelular poseen un modo de vida en donde su única célula está expuesta al mundo exterior en el que habita, por lo tanto a dispuesto de mecanismos que le han permitido continuar con el desarrollo de la vida aunque en muchas ocasiones limitados a espacios con características idóneas para su desarrollo.

Los microorganismos (más información) dependen esencialmente de su pared y membrana celular las cuales mantienen su composición interna gracias a los mecanismos de transporte y permeabilidad selectiva a través de ellas. De igual modo encontramos a las plantas y a los hongos, los cuales gracias a estos procesos de transporte y permeabilidad son capaces de soportar grandes presiones hosmóticas y concentraciones de iones.

Al llegar a los niveles más avanzados de individuos con varias unidades fundamentales, es decir, pluricelulares, encontramos procesos de regulación homeostática más complejos, debido a que muchas células se encuentran en la parte interna del organismo. Para lograr mantener la homeostasis, las células están inmersas en un medio interno líquido, que está conformado por líquido intersticial, sangre y linfa en los cuales ocurren los intercambios de nutrientes, gaseosos para la respiración y se colocan los desechos celulares para su eliminación. Así mismo los organismos pluricelulares cuentan con una serie de órganos sensoriales que miden las condiciones internas y a su vez captan las externas, con el fin de emitir una respuesta adecuada a través de los mecanismos de regulación de la homeostasis.

Clasificación de la homeostasis

La homeostasis llevada a cabo por los seres vivos, se han clasificado de dos maneras que depende de las necesidades de regular rápidamente algún factor, estas homeostasis llevan por nombre retroalimentación negativa y retroalimentación positiva:

Retroalimentación negativa

Este tipo de homeostasis es la más común y la que se produce más a menudo y se trata la respuesta que lleva a cabo el organismo ante un estímulo que indica que alguna de las funciones se está desviando de sus rangos normales. Estas funciones pueden ser indistintamente la temperatura corporal, la cantidad de agua que posee el organismo, la presión arterial, de manera que la respuesta está dirigida concretamente a solucionar este desvío para tratar de llevarlo a su condición normal.

Un ejemplo para entender este tipo de homeostasis sucede con la presión arterial, si los sensores captan un aumento de la presión o también un descenso de la misma, envían señales a través del sistema nervioso hasta el cerebro, el cual procesa la información enviando la respuesta a los vasos sanguíneos de manera que puedan regular la situación, además de utilizar este sistema, los seres pluricelulares poseen otros tipos de redes como los componentes químicos y hormonales que también ayudan en el control homeostático. Es importante señalar que para alcanzar la homeostasis los organismos pueden utilizar mecanismos fisiológicos, tales como los procesos de termorregulación (ver), procesos metabólicos y renales entre otros, así como procesos etimológicos o comportamentales, de manera que busquen mejorar las condiciones externas y mantener el equilibrio adecuado en su organismo.

Retroalimentación positiva

Es el siguiente tipo de homeostasis, es menos frecuente pero presenta también gran importancia en algunos procesos. Este tipo de retroalimentación al contrario de lo que sucede en la negativa, en vez de ayudar a equilibrar al organismo, aumenta y acelera los procesos de desequilibrio, que aunque resulta contraproducente puede resultar positivo al organismo de manera que sirva al momento para ayudar a sobrevivir ante alguna situación, estos procesos se llevan a cabo en reacciones de la coagulación sanguínea ante la presencia de una herida y también durante el proceso del parto.

Referencias

  • Boggia, J. (2011).
  • González, J. (2008).
  • Grijalba-Uche, M.; Echarte, L. (2015).
  • Marrero, K.; Fando, R. (2009).
  • Ortega, L.; Narváez, A.; Del Castillo, L. (2005).
  • Pérez, J. (2009).

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *