Portada » Mascotas, información y consejos » Rabia, zoonosis mortal para el hombre

Rabia, zoonosis mortal para el hombre

Rabia en mamíferos
Perro doméstico con rabia

Etiología

La rabia es una enfermedad vírica que afecta prácticamente a todos los mamíferos. Es producida por un virus de la familia Rhabdoviridae. Se destruye con algunos desinfectantes, la luz UV y con calor.

Epidemiología

En la especia humana provoca más de 65.000 muertes al año, aunque los datos pueden variar considerablemente, sobre todo si se tiene en cuenta que existe una mayor afluencia en áreas rurales de zonas pocos desarrolladas en las que incluso no se notifica la muerte por esta causa. Las poblaciones pobres con pocas posibilidades de higiene y control para luchar frente a la enfermedad son las más vulnerables, entre las que se en cuenta África y Asia, que encabezan más del 90% de muertes humanas a causa de esta patología.

Con respecto a la rabia animal es de destacar los siguientes datos:

– Europa: el principal transmisor es el zorro.

– África: el principal transmisor es el perro.

– Norteamérica: los animales transmisores son los mapaches, mofetas, zorros, murciélagos y también los animales domésticos.

– América latina: el perro y el murciélago.

– Asia: el perro.

Epidemiología

La susceptibilidad depende de varios factores:

– La variante del virus rábico.

– La cantidad de virus inoculada.

– El lugar de mordedura: depende del grado de inervación de la zona de inoculación y distancia a la médula espinal o cerebro. Cuanto más cerca del SNC (sistema nervioso central) esté la mordedura, más rápido se manifestará la enfermedad.

– La edad del animal: cuanto más joven, más susceptible.

– El tipo de animal:

Perro y gato: alta incidencia en hemisferio norte.

– Murciélagos: forma subclínica (aletargada). Con el estrés o el aumento de temperatura puede cambiar a forma clínica.

Roedores y lagomorfos: muy susceptibles, la mayoría mueren antes de transmitirla.

Transmisión de la rabia

La vía principal es la mordedura, aunque está descrito un caso de un espeleólogo que se contagió de rabia al acceder a una cueva con una gran cantidad de murciélagos reservorios de la rabia; por lo tanto parece ser que en un gran exhalado o excretado en grandes colonias de murciélagos pueda también transmitirse la enfermedad.

Rabia urbana

El principal vector es el perro y se transmite por mordedura. Se mantiene gracias a un número elevado de perros callejeros y a un largo periodo de incubación, de hecho la aparición de síntomas puede ser tardía.

Rabia silvestre

El principal vector es la fauna salvaje. Se transmite directamente al hombre o a través de la fauna doméstica.

Rabia de quirópteros

Trasmitida por los murciélagos.

Patogenia

El periodo de incubación de la rabia depende del animal o persona afectada, así tenemos los siguientes baremos:

  • Perro: 3-8 semanas
  • Gato: 2-6 semanas
  • Hombre: 3 semanas a 12 meses

La enfermedad puede tener un curso prolongado y subclínico. En primer lugar existe una mordedura con penetración; el virus se replica en el tejido no nervioso y estas copias alcanzan los nervios periféricos, a continuación viajan vía ascendente hasta el sistema nervioso central.

Una vez en el encéfalo se disemina en el sistema nervioso central, se replica y da lugar a parálisis flácida. Desde el sistema nervioso central volverá a diseminarse hacia la periferia. El virus rábico se dispersa hacia los pares craneales, médula espinal y glándulas salivares. En las glándulas salivares, por medio de la mordedura, puede transmitirse a otro animal.

En las glándulas salivares se excreta durante un breve periodo de tiempo antes de la aparición de los signos clínicos. Se seguirá excretando hasta la muerte. Algunos animales consiguen recuperarse y siguen excretando el virus por saliva durante 2 a 6 meses.

Signos clínicos

Los signos clínicos se manifiestan en tres fases, aunque primeramente habrá una fase sin signos clínicos y a continuación la fase prodrómica.

Fase prodrómica

Dura 2-3 días. Aparición súbita de signos:

  • Cambios en el tono de las vocalizaciones.
  • Cambios bruscos de comportamiento.
  • Nerviosismo
  • Ansiedad
  • Aislamiento
  • Anorexia

Fase furiosa

Dura de 2-4 días. Se produce por afectación del sistema nervioso central.

  • Pupilas dilatadas.
  • Irritabilidad, episodios de agresividad.
  • Desorientación, fotofobia, hidrofobia, hiperestesia (hipersensibilidad).
  • Incoordinación muscular, convulsiones.

Fase paralítica

Aparece a los 2-4 días de los primeros síntomas.

  • Parálisis progresiva.
  • Caída de mandíbula.
  • Parálisis laríngea.
  • Salivación.
  • Respiración profunda y laboriosa.
  • Muerte por insuficiencia respiratoria.

Diagnóstico

Si el animal permanece vivo, es frecuente en veterinaria realizar pruebas de impresiones corneales, raspado lingual o cortes cutáneos.

En caso de que el animal muera se suele realizar una extracción de cerebro. En el tejido nervioso o en las glándulas salivares pueden observarse los corpúsculos de Negri (aparecen solamente en la rabia).

Control de la rabia

Existen normas de control de la rabia. En primer lugar, la vacunación de animales domésticos. Además, en muchas legislaciones está prohibido tratar a animales sospechosos, por lo general el veterinario lo somete a observación y si se confirma, se procede a su sacrificio.

También es necesario controles para garantizar ciertas medidas en caso de transportes internacionales. En los países libres de rabia se debe prohibir la entrada de perros, gatos y hurones procedente de zonas afectadas, mantener cuarentena o un riguroso control en cuanto la correcta inmunización.

Control de la rabia en humanos

Generalmente se siguen por parte de las autoridades sanitarias las siguientes recomendaciones: vacunar a las personas que vayan a estar en contacto con animales susceptibles de padecer rabia (fauna silvestre). Si existe mordedura de animal infectado, es necesario tratar la herida, lavar con agua y jabón, aplicar alcohol o yodo y no suturar; a continuación es necesario inmunizar, es decir, poner al paciente inmediatamente suero con anticuerpos antirrábicos.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *