Tras el parto, empieza la etapa de supervivencia de los perros cachorros, en esos primeros días de vida, se agitan y buscan incansablemente alguna mama donde poder agarrarse para alimentarse de la leche materna. Téngase en cuenta que nacen sordos y ciegos, aunque con buena capacidad de movimiento. Es la etapa denominada lactación de cachorros.
Durante la lactación o periodo de lactancia de los cachorros perros, debemos de incrementar considerablemente la alimentación en la perra, ya que precisará de mayor aporte nutricional, sobre todo a medida que los perros van ganando en tamaño, por esa razón es imprescindible que se le suministre una alimentación comercial balanceada.
Tras el nacimiento, los perros se acercan a las mamas para ingerir alimento, este reflejo de succión es innato y asegura la supervivencia de muchos cachorros. Las primeras 24 horas son cruciales para que los animales puedan ingerir los anticuerpos que les proporciona su madre, de esa manera quedan inmunizados por un determinado tiempo de las principales enfermedades caninas.
Hay casos que por razones sobrevenidas, por ejemplo, ausencia de leche en la madre o en caso de camada muy numerosa, sea necesario recurrir a la leche artificial, es decir lactación de cachorros no materna, la cual podremos adquirir en cualquier establecimiento especializado en accesorios para mascotas. Con la ayuda de un biberón especial para perros, podremos amamantar al animal, de acuerdo con el número de tomas y cantidad que a tales efectos nos indicará el fabricante en las instrucciones anexas al producto comprado. Igualmente, cada cierto tiempo, debemos limpiar con un trapo humedecido en agua tibia, la zona genital y anal de los cachorros; lo que hacemos es imitar los lamidos de la madre, así ayudamos a los animales a evacuar, obsérvese que en esa edad tan temprana no saben hacerlo por sí solos.
Los perros van ganando peso diariamente, aproximadamente un 10%, y será a partir de las dos semanas de vida cuando comiencen a abrir los ojos. En el transcurso de tres semanas habrán ganado el doble de peso que al nacer y tendrán capacidad auditiva; además, comenzarán a adquirir habilidades, pues aprenden a dar sus primeros pasos, juegan con sus hermanos y van conociendo su entorno social. En la cuarta semana de vida ya empezarán a desplazarse explorando todo lo que les rodea, persiguen a la madre, juegan muy a menudo y comienzan a olfatear el alimento sólido. Es el momento de suministrarles pequeñas cantidades para que aprendan a ingerirlo.
Durante todo el tiempo que dure la lactación de los cachorros debemos de extremar precauciones en cuanto a la higiene se refiere: limpieza de camas, suelos…. Se trata de evitar infecciones que puedan repercutir negativamente en la salud de los pequeños, incluso de la madre. Igualmente es necesario molestar lo menos posible a los perritos durante las tres primeras semanas de vida, ya que necesitan muchas horas de descanso y una manipulación excesiva interfiere negativamente en su reflejo de succión, con lo que pueden deshidratarse; por otro lado, la madre también se agitará más de lo habitual, incluso sin darse cuenta, puede aplastar algún neonato.
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